Unilever (marcas Cocinero y Arisco), Aceitera General Deheza (Natura, Mazola, Sojola, Cada Día y Copisi) y Molino Cañuelas mantienen listas con remarcaciones de hasta un 10%. Ante esta situación, los supermercados han amenazado con posibles desabastecimientos si no se llega a un acuerdo.
  El conflicto escaló tras la suba del dólar registrada después del anuncio del Gobierno sobre la flexibilización de las restricciones cambiarias. Aunque la cotización del dólar se moderó en días posteriores, varias empresas aprovecharon el momento para ajustar sus precios.
   Si bien algunas compañías —como Molinos Río de la Plata— dieron marcha atrás en sus aumentos, algo que fue destacado públicamente por el ministro de Economía, Luis Caputo, otras decidieron mantenerlos.
Supermercados rechazan aumentos "especulativos"     Desde el lado de los supermercados, las cámaras empresariales rechazaron las nuevas listas de precios y acusaron a las aceiteras de actuar de manera especulativa. "No vamos a convalidar listas especulativas", afirmó Juan Vasco Martínez, director ejecutivo de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU).
   En la misma línea, desde la Cámara de Supermercados Mayoristas (Casma) señalaron que no aceptarán incrementos "injustificados", argumentando que los consumidores ya están al límite de su capacidad económica.
   El Gobierno también intervino en el conflicto, solicitando a las empresas que eviten mayores tensiones en el consumo. Sin embargo, las aceiteras sostienen que los aumentos responden a factores estructurales, como el impacto del tipo de cambio y los costos operativos, y que no pueden absorber estos ajustes.
Riesgo de faltantes en góndola   La falta de acuerdo podría derivar en desabastecimiento en los próximos días. Según los supermercados, los stocks actuales no alcanzan para sostenerse durante mucho tiempo si las negociaciones se estancan. "El stock ya no rinde como antes", aseguran desde el sector. Esta situación preocupa especialmente porque el consumo masivo atraviesa una profunda crisis.
   Según datos de la consultora Scentia, las ventas en supermercados cayeron un 5,4% interanual en marzo, acumulando así 14 meses consecutivos de caídas. En 2024, el descenso promedio ya había sido del 7,4%, reflejando una marcada retracción del poder adquisitivo de los hogares.
Panorama complejo   Mientras tanto, la disputa entre fabricantes y supermercados no parece tener una solución inmediata. Las aceiteras insisten en mantener sus aumentos, mientras que los comercios presionan para evitar nuevos ajustes que podrían profundizar aún más la caída del consumo. El resultado de este enfrentamiento podría traducirse en faltantes en góndola, afectando directamente a los consumidores que ya enfrentan serias dificultades económicas.
Fuente: diarionorte.com