Sin embargo, según el BCRA, lejos de implicar una mayor circulación de dinero, el incremento respondió a cambios normativos orientados a absorber pesos excedentes y evitar su fuga hacia el dólar.
   La expansión se explicó principalmente por el desarme de deuda del Tesoro y, sobre todo, por la suba de encajes bancarios. En términos nominales, el salto fue de $4,1 billones, lo que impactó directamente en la desaceleración del crédito privado: apenas creció 0,4%, con caída en las líneas comerciales.
   El director del BCRA, Federico Furiase, defendió la medida al señalar que, desde julio de 2024, la base monetaria sólo se expandió por desarme de instrumentos como las LEFI y depósitos del Tesoro, "manteniendo constante la base monetaria amplia". Con estas declaraciones salió al cruce de economistas críticos, como Miguel Ángel Broda, quien advirtió que la base pasó de $8 billones en diciembre de 2023 a $44,2 billones en la actualidad, y de Christian Buteler, que recordó que en abril el BCRA transfirió $12 billones al Tesoro en un solo día, lo que disparó la base amplia 26%.
   El Gobierno sostiene que la base monetaria amplia –que incluye circulante, depósitos bancarios, fondos del Tesoro y pasivos del BCRA– permanece estable en $47,7 billones. En su último informe, la entidad monetaria explicó que el alza de agosto fue casi enteramente producto de la suba de encajes, lo que elevó la demanda de base en 14,4% mensual a precios constantes, aunque el incremento real, descontando el cambio normativo, habría sido de apenas 0,4%. En relación con el PIB, se ubicó en 4,7%, 0,6 puntos por encima del mes previo.
   Según Facimex Valores, el BCRA llevó la utilización de encajes "a una escala no vista en décadas", restringiendo la liquidez y limitando la expansión crediticia. En la misma línea, Sebastián Menescaldi (Eco Go) calculó que el 97% de la suba de la base se debió al aumento de los encajes de liquidez en cuentas del BCRA, que saltaron de $13,9 billones a $19,5 billones en promedio en agosto.
   El apretón monetario redujo además los medios de pago. El M2 privado transaccional cayó 1,3% real, con un retroceso de 0,9% en circulante y 1,5% en depósitos a la vista. Los plazos fijos también bajaron 0,5% real, con fuerte caída en fondos money market (-8,8%). Según LCG, tras cuatro meses de subas, los depósitos en pesos cayeron 3,6% en agosto, arrastrados por una contracción de 6,7% en los depósitos a la vista.
   En paralelo, los bancos ofrecieron mayores tasas para captar pesos vía plazos fijos, intentando sostener la liquidez en medio de una política monetaria marcada por tensión y ajustes inéditos.
Fuente: diarionorte.com