Día Mundial contra la Hepatitis: conocerla para combatirla.

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Día Mundial contra la Hepatitis: conocerla para combatirla.
Día Mundial contra la Hepatitis: conocerla para combatirla.

27 de Julio, 2025-Datos y recomendaciones de la OMS-Solicitan adoptar medidas para superar las barreras que se interponen en la eliminación de la enfermedad y prevenir el cáncer de hígado.

El Día Mundial contra la Hepatitis se celebra cada año el 28 de julio para sensibilizar sobre la hepatitis vírica, una inflamación del hígado que causa enfermedad hepática grave y cáncer de hígado.

Las hepatitis B y C causan lesiones hepáticas y cáncer sin que el afectado se percate de la enfermedad.

El tema de la edición de 2025 según estableció la Organización Mundial de la Salud (OMS) es "Hepatitis: conozcámosla para combatirla" y aboga por la adopción de medidas urgentes para desmantelar las barreras financieras, sociales y sistémicas, incluida la estigmatización, que se interponen en el camino de la eliminación de la hepatitis y la prevención del cáncer de hígado.

Las hepatitis B y C crónicas, pese a ser prevenibles y tratables -y, en el caso de la C, curable-, causan, sin que los afectados lo adviertan, lesiones hepáticas y cáncer. El tema insiste en la necesidad de simplificar, ampliar e integrar los servicios relacionados con la enfermedad (vacunación, prácticas seguras de inyección, reducción de daños y, sobre todo, pruebas diagnósticas y tratamiento) en los sistemas nacionales de salud.

La campaña es un recordatorio de que se debe actuar ahora para ampliar el acceso, integrar la atención y poner fin a la hepatitis como amenaza para la salud pública de aquí a 2030.

PRINCIPAL CAUSA DE MORTALIDAD

Cada año, la hepatitis vírica crónica causa 1,3 millones de muertes, en su mayoría por cáncer de hígado y cirrosis hepática. Esto equivale a 3500 muertes diarias, una cifra que pone esta enfermedad al nivel de la tuberculosis.

Las hepatitis B y C se están propagando silenciosamente, y cada día se registran 6000 nuevas infecciones. Pese a ser prevenibles y tratables, la carga de morbilidad sigue aumentando, en particular en las regiones con un acceso limitado a la atención.

CONOCERSE

La mayoría de las personas que viven con hepatitis no saben que están infectadas. Un diagnóstico precoz es el primer paso para acceder a tratamientos que salvan vidas y prevenir el cáncer de hígado. Las pruebas diagnósticas, especialmente en el caso de las personas que viven en regiones donde esta enfermedad es endémica o que están en situación de mayor riesgo, son fundamentales para poner fin a la hepatitis.

ACTUAR AHORA

La eliminación de la hepatitis está cerca. Hay vacunas, tratamientos curativos y herramientas de eficacia demostrada para detener la transmisión, pero en la mayoría de los casos, el diagnóstico llega cuando ya es demasiado tarde.

Para avanzar, son necesarios compromisos a nivel nacional, una inversión inteligente y unos sistemas de salud pública que incorporen en la atención primaria los servicios de tratamiento de la hepatitis. Invertir en diagnósticos oportunos y en cuidados integrados y centrados en las personas puede salvar vidas y detener el cáncer de hígado antes de que comience.

Compromiso social y políticas públicas sostenibles

Frente a la amenaza persistente que representan las hepatitis virales es urgente movilizar a la población general, a los responsables de políticas públicas y a los equipos de salud. Para reducir la carga de enfermedad y prevenir consecuencias graves como el cáncer de hígado es fundamental actuar desde múltiples frentes.

LLAMADO A LA ACCIÓN

A nivel individual, se recomienda a la población realizarse pruebas para detectar hepatitis B y C, y asegurarse de que los recién nacidos reciban la dosis de nacimiento de la vacuna contra la hepatitis B en las primeras 24 horas de vida.

Asimismo, es importante informarse adecuadamente sobre la enfermedad y consultar con el equipo de salud sobre la importancia del diagnóstico temprano y las opciones de tratamiento, y combatir la desinformación y reducir el estigma social.

Por su parte, quienes diseñan e implementan políticas públicas deben financiar campañas de concienciación que vinculen la hepatitis con el cuidado del hígado y la prevención del cáncer, y garantizar la ampliación de la cobertura de la vacuna contra la hepatitis B al nacer, así como prácticas seguras de manejo de sangre y reducción de daños.

Es fundamental asegurar el acceso a diagnósticos y tratamientos asequibles desde la atención primaria, integrándolos en las rutas de atención existentes como VIH, ENT, salud materna e incluso el control del cáncer. También es importante incluir la prevención y el tratamiento de la hepatitis en la cobertura universal de salud y en los esquemas nacionales de seguro médico, como así promover la participación de todos los sectores involucrados e invertir en sistemas de datos sólidos para facilitar la rendición de cuentas y el seguimiento.

CONSEJOS PARA UNA BUENA CAMPAÑA

Para que estas acciones tengan un impacto real y sostenido es necesario diseñar campañas nacionales de salud que sean efectivas, inclusivas y basadas en evidencia. Las claves para lograrlo son priorizar el diagnóstico y tratamiento temprano, especialmente en comunidades con alta carga de enfermedad y con acceso limitado al sistema de salud.

En igual sentido, descentralizar los servicios, acercándolos a centros de atención primaria y distritales e integrar la prevención de hepatitis en los programas existentes, como los de salud maternoinfantil.

Lo ideal es mantener el acceso gratuito y universal tanto a las pruebas diagnósticas como a los tratamientos disponibles y asegurar una financiación sostenible y utilizar los datos generados para monitorear avances, corregir desvíos y tomar decisiones informadas.

Fuente: diarionorte.com

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