En un contexto de creciente inestabilidad financiera, el Gobierno nacional formalizó este martes la suscripción de tres créditos internacionales por un total de 1.500 millones de dólares, provenientes del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El anuncio busca enviar una señal de respaldo internacional y contener las expectativas del mercado, marcado por la suba del dólar, el alza de la tasa de interés y la caída en la oferta de divisas.
Los fondos, que forman parte de las negociaciones asociadas al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), integran un paquete más amplio de asistencia que prevé préstamos por hasta U$S 22.000 millones, a desembolsarse en distintos tramos durante un período de tres años.
El anuncio llega en un momento crítico: la tasa de interés se disparó al 50% tras un desordenado desarme de las LEFI (Letras de Financiación), y el mercado cambiario muestra señales de tensión. A esto se suma la fuerte caída en la liquidación de divisas del sector agroexportador, que desde este miércoles verá interrumpido su mayor flujo de dólares luego del vencimiento de los incentivos fiscales aplicados hasta el 30 de junio.
Según informó oficialmente el Gobierno, de los U$S 1.500 millones suscriptos, U$S 700 millones corresponden al BID y U$S 800 millones al Banco Mundial. Los programas específicos son los siguientes:
-U$S 300 millones (Banco Mundial - BIRF): destinados a la Modernización de los Servicios de Administración Tributaria.
-U$S 400 millones (BID): para el Apoyo a Reformas Regulatorias para la Competitividad, con el objetivo de mejorar el clima de negocios.
-U$S 800 millones (BID): enfocados en el Fortalecimiento de la Política Fiscal.
Estos fondos, si bien aún no tienen una fecha concreta de desembolso, buscan compensar la menor entrada de divisas por exportaciones y tapar parcialmente la demora del FMI en aprobar la primera revisión del nuevo acuerdo en curso, que contempla un giro de U$S 2.000 millones. Aunque el Gobierno sostiene que las negociaciones con el organismo avanzan, aún no se confirmó ni la publicación del Staff Report ni la fecha de la reunión del Board, en un contexto apremiante por el inminente receso de verano del organismo.
Caída de la oferta de dólares
El tercer trimestre es, por estacionalidad, el período de menor ingreso de dólares por exportaciones. Entre febrero y junio, gracias a un esquema de baja transitoria de retenciones, se promediaron U$S 200 millones diarios en ventas externas. Desde el 1° de julio, ese número se desplomó a U$S 26 millones diarios, apenas un 10% del nivel previo, según estimaciones de la consultora LCG.
En julio, hasta el 18, las liquidaciones del complejo agroexportador alcanzaron los U$S 3.200 millones, pero en adelante se estima que podrían caer hasta un piso de U$S 500 a 1.000 millones mensuales, lo que representa una baja de hasta U$S 2.000 millones por mes en oferta de divisas, generando una presión directa sobre el tipo de cambio.
Si bien estos desembolsos resultan claves para sostener el equilibrio externo en el corto plazo, de agosto a diciembre de 2025 el Gobierno deberá cancelar pagos por U$S 2.100 millones con los mismos organismos multilaterales, por lo que estos ingresos representan una compensación parcial de compromisos futuros.
Con reservas brutas que el lunes se ubicaron en U$S 40.650 millones, tras la reciente acreditación de U$S 230 millones del Banco Mundial, el Ejecutivo busca reforzar la idea de que no habrá escasez de dólares y que el apoyo internacional sigue firme, a pesar de las dudas del mercado, menciona el portal Via Pais. 
Fuente: El Liberal