El anuncio del Gobierno nacional de reducir drásticamente los aranceles e impuestos a la importación de productos electrónicos desató una fuerte crisis en Tierra del Fuego. La medida, presentada por el ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, como parte de un plan para abaratar precios, fue recibida con contundente rechazo por el sector industrial local y el sindicato metalúrgico.
El gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, fue uno de los primeros en expresar su preocupación, advirtiendo sobre el impacto que tendría en la frágil economía provincial. Pero la respuesta más contundente llegó este miércoles cuando las empresas electrónicas de la provincia decidieron paralizar todas sus actividades.
Reducción de aranceles y caída inmediata de precios.
Durante una conferencia de prensa encabezada junto al portavoz presidencial, Manuel Adorni, Caputo anunció que se aplicará una baja progresiva del arancel a celulares importados, que pasó del 16% al 8% desde esta semana y llegará al 0% el 15 de enero de 2026. También se recortaron los impuestos internos: del 19% al 9,5% para productos importados y del 9,5% al 0% para los fabricados en Tierra del Fuego.
En X, el ministro destacó que estas medidas generarán importantes descuentos en bienes como celulares, televisores, aires acondicionados, consolas de juegos y aluminio, y auguró bajas futuras en autos, indumentaria y calzado. "Es un cambio de país profundo el que estamos viviendo", concluyó.
Sin embargo, el impacto en los precios aún no es visible, ya que los productos disponibles siguen siendo los adquiridos bajo el régimen anterior.
Paro generalizado en las fábricas de Río Grande.
Ante este escenario, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), seccional Río Grande, convocó a un paro total e indefinido en las plantas electrónicas de la provincia. La medida comenzó este miércoles y se prolongará hasta tanto no haya una solución concreta que garantice la continuidad del régimen industrial y los puestos de trabajo.
"Rechazamos este nuevo embate contra la industria nacional y los puestos de trabajo", manifestó el gremio en un comunicado, denunciando que la política del Gobierno afecta "gravemente a la producción local y al derecho soberano de seguir habitando esta provincia".
Además del cese de actividades, los trabajadores realizaron una movilización hacia el centro de Río Grande exigiendo respuestas claras tanto al gobierno provincial como a las empresas radicadas en la isla.
La UOM advirtió que no levantará la medida de fuerza hasta que no se asegure la protección del régimen de promoción industrial y los derechos laborales de los trabajadores fueguinos.
Fuente: diarionorte.com