El Dr. Mariano Gómez —fiscal de la Unidad de Violencia de Género e Intrafamiliar— puso tras las rejas a un perverso "curandero" que por más de dos meses extorsionó a una joven bandeña amenazándola con viralizar videos íntimos, y con ello la obligaba a practicarle sexo oral a él y a sus amigos.
El aberrante caso se conoció la tarde del miércoles pasado cuando la víctima —una joven madre de 36 años— se presentó en el Departamento de Trata de Personas y Delitos Conexos a pedir ayuda, cansada de "padecer" las amenazas del acusado.
Según consta en la denuncia que realizó María (nombre ficticio) en agosto, a través de su hija de 19 años tomó conocimiento sobre la existencia de un "curandero" que además de tirar las cartas del tarot, hacía sanaciones.
María, que sufría dolencias en su espalda, decidió consultar con el "curandero" —un sujeto de apellido Bravo (51) oriundo de Morón, Buenos Aires que se hacía apodar "Porteño"— por lo que se presentó en su casa.
Siempre en función de los dichos de María, cuando llegó al "consultorio" —ubicado sobre calle José David Herrera, entre Ruta 21 y calle Intendente Miguel Achem del Bº Centro de Clodomira— se entrevistó con el imputado, que le cobró $10.000 ese primer encuentro.
Allí, Bravo le habría preguntado el motivo de consulta y María le respondió que sentía dolores corporales por lo que él le dijo que ese "tipo de curaciones" tendría un precio de $130.000.
María, ante la tarifa del acusado le dijo que no podía pagar esa cifra y allí fue cuando el "Porteño" maquinó su ardid. Le dijo que si le era imposible tratarse, no le cobraría debido a que le parecía una "mujer hermosa".
Inmediatamente María le informó que estaba en pareja, pero él le dijo: "no importa eso, vos debes hacer valer tu cuerpo", expresándole que no quería nada a cambio. Pese a ello la mujer no aceptó y se retiró.
Previo a ello, el "porteño" ya le había pedido su número de teléfono y desde que ella se retiró de la casa, él le envió mensajes —a través de de Whatsapp— donde le pedía una foto de su casa y otra de su marido, con la excusa de que la ayudaría a que "anden bien con él".
La mujer, sin imaginar todo lo que eso decantaría, accedió a su pedido. Dos días después, el acusado la citó nuevamente a su domicilio. Ella arribó al consultorio y él le dijo que no le cobraría, pero que para hacerle una sanación debía quitarse toda la ropa ya que tenía que derramarle agua por todo el cuerpo.
María informó a la policía que hizo todo lo que el "curandero" le pidió y tras la supuesta sanación se vistió y se fue a su casa, sin imaginar que el calvario comenzaría justo en ese preciso momento.
Extorsión
 Según consta en la denuncia de la víctima, llegó a su casa y casi en simultáneo recibió otro mensaje del acusado. "¿Vos te conoces? yo te filmé", decía el mensaje que iba acompañado de un video ella desnuda.
Inmediatamente María advirtió que Bravo la había filmado cuando le hacía la "sanación" por lo que ella comenzó a reclamarle tal situación, pidiéndole que la dejara tranquila. Nada de eso sucedió, ya que el "curandero" insistió en llamarla para continuar con el "tratamiento".
María explicó que el sujeto comenzó a exigirle que fuera al "consultorio" de lo contrario le mostraría el video a su esposo. Para evitar que la situación pasara a mayores la mujer nuevamente accedió.
El ahora imputado por extorsión y amenazas, empezó a decirle que ella debía practicarle sexo oral o de lo contrario se presentaría en su casa y le mostraría los videos a su pareja o los haría públicos a través de las redes sociales.
Hostigada y manipulada por el acusado, accedió a sus chantajes. El depravado —que aparentemente tenía cámaras dentro el consultorio— también filmó cuando ella le practicaba sexo oral.
La extorsión sexual no terminó ahí, ya que según denunció María, bajo amenazas de viralizar sus imágenes, el sujeto le exigía que le envíe videos tocándose sus partes íntimas y que además se le vea el rostro cuando lo hiciera.
Según consta en la denuncia, mientras la amenazaba y la obligaba a ir a su consultorio allí el realizaba "baños curativos" —los cuales valían entre 80.000 y 100.000 pesos— y como él se los hacía a pesar de que ella se negaba, su deuda acrecentaba.
Amenazas de muerte 
Ya a principios del mes de septiembre, el "Porteño" comenzó a exigirle que pagara la deuda que había adquirido y como ella no tenía para pagar la obligaba a que le practicara sexo oral a su amigo, un sujeto apodado "Chona" (56) quien era dueño de la vivienda en donde residía el curandero.
Una vez finalizada la práctica sexual, él la obligaba a desnudarse para que la "bañara" y le diera "sanidad". Además le decía: "Si tu marido te corre, vos vení a mi casa o si no tengo un lugar cerca de Caspi Corral donde tengo familia". Valiéndose de la vulnerabilidad de María y su condición social, el depravado le decía: "Yo sé que a vos te hace falta plata, vos vení mañana y vas a tener la plata que quieras. Yo tengo varios amigos. Vos tienes que estar con ellos 20 minutos y te vas a ganar treinta o cuarenta mil pesos, en un ratito, no tengas miedo. Uno tiene un auto con vidrios polarizados".
Completamente superada por la situación, María decidió abandonar su vida e irse a Buenos Aires con el afán de no ser más víctima de las atrocidades a las que el "curandero" la sometía. Cuando se disponía a abandonar su hogar, Bravo se enteró de su viaje.
"Si te vas, tu marido va a morir porque le prenderé una vela", le envió un mensaje para luego decirle que mandaría a alguien a matar a su esposo. Minutos más tarde, Bravo se presentó en su casa y haciéndose pasar por comprador de alfalfa se acercó a su marido.
El pánico de María en ese momento fue total. Cuando Bravo se retiró de la casa, le envió un mensaje burlándose de la situación, manifestándole que si no se encontraban a la noche volvería a su casa y le mostraría todos los videos que tenía a su esposo.
Como ella no respondió, él le envió otro escrito que decía "Ya subí el primer video en un grupo de Clodomira. La verdad, me hartaste, fíjate con tu nombre completo y el apodo de tu marido", por lo que la mujer decidió pedir ayuda a la policía.
La mujer mostró a los investigadores todos los audios que el acusado le enviaba y los videos con los que la extorsionaba. De inmediato, los uniformados se comunicaron con el Dr. Gómez quien solicitó medidas.
Tenía videos e imágenes de otras posibles víctimas
Con orden de la Justicia de Control y Garantías de La Banda, los uniformados arribaron al barrio Centro de Clodomira —departamento Banda— y allí apresaron tanto a Bravo como "Chona", quien aparentemente sería su cómplice en toda la maniobra.
Además, los expertos en Trata de Personas registraron por completo la casa donde ambos sujetos vivían y del "consultorio" de Bravo secuestraron aparatos tecnológicos que —aparentemente— tenían imágenes con contenido sexual, presumiblemente de sus "clientas" y videos pornográficos.
Si bien hasta el momento María fue la única que realizó denuncia en su contra, habría más mujeres damnificadas víctimas de las extorsiones, no se descarta que surjan nuevas víctimas de las aberraciones.
Si bien ahora la causa está siendo instruida en la Unidad de Violencia de Género e Intrafamiliar Banda, es posible que sea derivada a la Unidad de Delitos Contra la Integridad Sexual.
 Fuente: El Liberal