Un hotelero de Monte Quemado, Copo, y su ex esposa libran una escandalosa batalla legal, penal y civil, y ahora van con "munición gruesa": ella se atrincheró en la casa conyugal, denunció violencia económica, psicológica y sexual. Él le atribuyó un robo de $ 22 millones.
Según las dos posiciones, el santiagueño y ella, salteña, contrajeron enlace en 2020. Fijaron residencia en Monte Quemado y a fines del 2023 el amor voló por los aires. Aún separados de hecho, siguieron bajo el mismo techo, en Bº 12 de Octubre.
Pero todo hizo eclosión dos semanas atrás. El empresario viajó a Salta y al regresar, su ex había cambiado las llaves de la casa. Al mismo tiempo, se presentó en la Seccional 22, denunció violencia económica y psicológica y desnudó la vida sexual antes del fin del vínculo.
Con el patrocinio de los abogados Fabiola Arce y Javier Barrera Nicholson, la salteña habría subrayado que muy a pesar suyo, debió ceder en ser filmada en plena intimidad y en el uso de juguetes sexuales.
Uno de los puntos especiales del pedido es que la Justicia ordene al hotelero cesar en la divulgación de "Imágenes de grabaciones de mi persona en la intimidad, las cuales fueron divulgadas".
El escrito ingresó ya en el equipo fiscal, pero la decisión estará precedida de una rigurosa investigación a cargo de Santiago Bridoux y Gabriel Gómez.
Vale destacar que otro capítulo de la batalla se debate en el fuero Civil, donde la pareja batalla por viviendas, vehículos, un aserradero y otros bienes.
Posición del empresario
Enfrente, el abogado del empresario, Francisco Cavallotti, elevó varios escritos, resuelto en "blindar" a su cliente, ya que a criterio suyo desde una acusación por violencia, la contraparte busca expulsarlo de una propiedad por él adquirida antes de conocer a la salteña.
Hasta tanto, su representado permanece fuera de la vivienda y acaba de pedir su restitución. En las últimas 24 horas instó al retiro de la mujer de la propiedad, quien se aferra al criterio de sus abogados, resueltos en que resista la embestida y seguros de que la asiste el derecho de una mujer violentada "hasta por un plato de comida".
Conclusión, los juzgados están poblados de presentaciones y sin ánimo de una salida "pacificadora", capaz de satisfacer a ambos bandos.
"Recurrió a un artilugio para lanzar a la calle a mi cliente"
El abogado del empresario señaló: "Mi cliente está sujeto a Derecho. Fue despojado de su propiedad y pese a su decepción, no hizo nada por fuera de la Ley. Confiamos en la Justicia".
En diálogo con EL LIBERAL, Francisco Cavalloti manifestó que en la práctica, la denunciante "recurrió a un artilugio para recibir un cuasi respaldo legal y ella misma lanzar a la calle a mi representado".
En contexto, relató que como toda pareja cuando el amor decae, si hay prosperidad económica, se acostumbra iniciar un divorcio y también tramitar la división de bienes adquiridos, mientras rigió ese vínculo.
En el caso que se debate en los tribunales, explicó, solo hay una mujer que pretende quedarse con bienes "de exclusiva propiedad de mi representado. Presentamos ya toda la documentación, porque con el discurso de la mujer violentada, nadie dilapidará años de trabajos del empresario".
Como sea, Cavallotti, enfatizó: "Todas las pruebas asisten la posición de mi cliente. Él no tiene la obligación de ceder al punto de regalarle propiedades, solo para calmarla o pacificar y poner fin a una indeseada exposición".
"Llegó a amenazarla con un arma de fuego"
Por su parte, Arce y Barrera Nicholson señalaron que su cliente "es una persona con problemas de tiroides, hipertensión y corazón. Su ex le negó acceso a los ingresos económicos del hotel y ella subsistió por ayuda de una hija". Añadieron que "llegó a amenazarla con un arma, vociferándole que cuando quería la haría desaparecer".
En diálogo con esta redacción, puntualizaron el combo de pedidos a la Fiscalía: "Ordenar la prohibición de acercamiento" del empresario "al lugar de residencia, trabajo, estudio, esparcimiento o a los lugares de habitual concurrencia de nuestra asistida".
También que restituya "efectos personales de nuestra asistida… Prohibirle a él la compra y tenencia de armas, y ordenar el secuestro de las que estuviesen en su posesión. Y prohibirle, enajenar, disponer, destruir, ocultar o trasladar bienes gananciales de la sociedad conyugal", enfatizaron los demandantes.
Fuente: El Liberal