En lo que va del año, más de 2200 efectivos de las Fuerzas Armadas y de Seguridad pidieron la baja de servicio la situación se da debido a los bajos salarios que perciben. Esto generó una fuerte preocupación en los altos mandos militares, también en la Gendarmería y Prefectura Naval.
Sueldos. La baja remuneración que reciben los efectivos de las fuerzas es una de las causas de la deserción.Otro foco de conflicto es la dramática situación del Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas y de Seguridad (Iosfa), la cual mantiene una deuda superior a los $160.000 millones e interrumpió, en casi todo el país, la cobertura de prestaciones de medicina de alto costo. Según un informe de La Nación en el ejército dejaron la actividad militar 257 efectivos, en la Armada hubo una salida de 234 y 193 en la Fuerza Aérea.
La preocupación se extiende a la Gendarmería 386 pedidos de baja, la Prefectura Naval 322, la Policía Federal 412, la Policía de Seguridad Aeroportuaria 177 y el Servicio Penitenciario Federal 292, lo que suma un total de 2273.
DESERCIONES EN LA FUERZAS ARMADASEn lo que va del año pidieron la baja 2273 oficiales y suboficiales en las Fuerzas Armadas y de Seguridad. En el ejército la deserción de 257 es una proporción alta en la fuerza teniendo en cuenta que cada año egresan de las unidades de formación 600 suboficiales y unos 100 oficiales.
Los bajos salarios impactan en las jerarquías más bajas de las fuerzas. Mientras un capitán y un teniente de navío cobran $1.055.067, el nivel salarial de un teniente primero y un teniente de fragata llega a $938.420, mientras un teniente del Ejército y un teniente de corbeta perciben $846.017, y un subteniente, un guardiamarina y un alférez cobran $766.215. Por otra parte, entre los suboficiales, un sargento y un cabo principal perciben $810.933, un cabo primero, $ 727.764, y un cabo segundo, $673.588.
LA OBRA SOCIALEn diciembre de 2023, al asumir el gobierno de La Libertad Avanza, Iosfa se encontraba saneada y con superávit. Tras dos gestiones que llevaron a la renuncia de sus presidentes, el pasivo asciende a más de $160.000 millones. Pese a la promesa del ministro de Defensa, Luis Petri, de regularizar la situación, el Estado nacional mantiene impago las contribuciones correspondientes al pago de aportes patronales.
Fuentes que conocen de cerca la grave problemática de la obra social señalaron que los casos más preocupantes son los de pacientes que necesitan remedios oncológicos, los que recibieron o necesitan trasplantes, los insulinodependientes y quienes enfrentan patologías crónicas severas.
Fuente: diarionorte.com