El propietario de la plataforma, Meta, ofrece una suscripción mensual para evitar sus anuncios a partir de 7,99 euros (u$s 9,28), una opción más barata que la que había propuesto inicialmente.
   Si el usuario quiere incluir la cuenta de otra red social que tenga enlazada, como Facebook, el precio se incrementa en otros 5 euros (u$s 5,81).
   Si el acceso a Instagram o Facebook se realiza vía web, con un ordenador, el coste del servicio es de 9,99 euros (u$s 11,61).
   La suscripción es un intento de Meta por cumplir con la legislación de la Unión Europea que prohíbe que las plataformas ofrezcan anuncios personalizados sin el consentimiento de los usuarios.
¿Qué pasa si no pago la suscripción?   Se puede seguir utilizando tanto Instagram como Facebook de forma gratuita, pero viendo sus anuncios.
   Los usuarios reciben un aviso y deben decidir si quieren continuar utilizando estas redes sociales sin pagar o suscribirse a ellas.
   Con la versión de pago, Meta anuncia al usuario que sus datos no se utilizarán con fines publicitarios.
   Por el contrario, los usuarios que optan por continuar utilizando la red sin recargo son advertidos de que dan su consentimiento para que la plataforma utilice sus datos.
   En este sentido, Meta puede rastrear el comportamiento de los usuarios para conocerlos mejor y con estos datos, segmentar al público para que los anuncios lleguen a perfiles concretos.
   Si se elige seguir con una cuenta gratuita se puede elegir una tercera opción que permite reducir los datos que Meta captura para vender publicidad y permite ver anuncios menos personalizados.
   Esta alternativa pretende convencer a los reguladores europeos, de que no veían con buenos ojos la alternativa entre pagar o vender datos.
Fuente: diarionorte.com