Entre sus firmas más relevantes figura Tech Security SRL, empresa de seguridad privada con más de 500 empleados, que desde hace dos décadas presta servicios a municipios, provincias y dependencias nacionales, especialmente bajo administraciones del PRO y, más recientemente, del gobierno de Javier Milei.
   Según reveló el portal Dataclave.com, en diciembre de 2023, poco después de asumir su banca como diputado, Martín Menem cedió sus cuotas en Tech Security y en la consultora PGC SRL a sus hermanos. Esta maniobra buscó desvincularlo formalmente de empresas que contratan con el Estado, aunque los vínculos siguen siendo evidentes.
   Tech Security tiene contratos vigentes con la Ciudad de Buenos Aires, donde brinda seguridad en espacios como el Museo de Arte Moderno, y con el municipio de Vicente López desde la gestión de Jorge Macri. También operó en dependencias clave como el CENARD, Belgrano Cargas y, recientemente, en el Banco Nación, con un contrato anual cercano a los 4.000 millones de pesos.
   En el mundo privado, Tech Security trabaja para el Banco Macro, el Colegio San Andrés, la Universidad de Palermo y locales nocturnos. Sin embargo, su mayor expansión se dio en el fútbol. Custodian partidos de la Selección Argentina, de la CONMEBOL y de clubes como River, Racing, Vélez y Rosario Central. Llegaron a River de la mano de Pablo Vázquez, socio minoritario de Tech y exjefe de seguridad del club.
   En eventos masivos también tuvieron episodios polémicos. En 2023, durante la final del Mundial Sub-20 en La Plata, personal de Tech redujo y esposó a un hincha por mostrar un cartel crítico hacia la FIFA, generando una denuncia judicial que fue cajoneada.
   Además de Tech, la familia Menem está detrás de otras empresas como Gentech (suplementos deportivos), Damg Producciones, Mimada SA (finanzas) y Golf Management, dedicada a la representación de figuras deportivas. En 2005, Martín fundó también la constructora Libertador Uno SRL, aunque luego se desvinculó.
   Con el avance del gobierno libertario, una nueva empresa emergió como "muleto" de Tech Security: Global Protection Service (GPS), dirigida por Inés Hazaff, hermana de Nicolás "El Turco" Hazaff, empresario de seguridad cercano a los Menem, especialmente a Fernando. Desde 2024, GPS empezó a ganar licitaciones que antes tenía Tech Security, como la seguridad del Teatro Cervantes, Enargas o la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS).
   Los Hazaff, también de origen sirio como los Menem, operan un conjunto de empresas conectadas entre sí. Inés Hazaff también encabeza una importadora, "Lo que estás buscando SA", mientras otra hermana, Higinia, está casada con Claudio Oberst, titular de la empresa de limpieza La Bizantina Servicios Generales, que en septiembre de 2024 ganó la licitación para la limpieza de la Cámara de Diputados, presidida por Martín Menem, por casi 700 millones de pesos.
   Aunque esta fue la primera licitación que ganó La Bizantina con el Estado, ya había sido descalificada en otros procesos por incumplimientos o deudas con la AFIP. Sin embargo, logró contratos con la Auditoría General y ANDIS meses después.
   La ropa del personal de GPS es confeccionada por Viste Me S.A., también del grupo Hazaff. A su vez, Nicolás Hazaff figura como presidente asociado de Group of Private Security, empresa relacionada con los mismos negocios.
  La estrategia es clara: mientras Tech Security quedó bajo el radar por estar ligada directamente a los Menem, GPS y otras firmas de su entorno familiar y político comenzaron a captar los contratos públicos más sensibles.
   La red de negocios familiares incluye desde seguridad y limpieza hasta suplementación deportiva y representación artística. Y aunque el discurso oficial del gobierno libertario es el de la "anticasta", los hechos muestran que una casta renovada continúa acumulando contratos millonarios y poder desde dentro del Estado.
   En este contexto, mientras funcionarios como Victoria Villarruel se quejan de sus salarios y otros como Lilia Lemoine justifican la renuncia al sueldo de Menem porque "tiene negocios privados", se consolida un modelo de gestión estatal fuertemente vinculado al beneficio de una élite empresarial con conexiones familiares y políticas directas.
   La historia de la familia Menem, que alguna vez representó el poder del peronismo de los años 90, hoy se reinventa bajo el paraguas del liberalismo de Milei, ocupando cargos estratégicos y consolidando su presencia en el sector público con empresas propias o aliadas.
Fuente: diarionorte.com