Luego de su paso por Centroamérica, el presidente de Brasil, Luiz Inacio "Lula" da Silva, llegará a Buenos Aires en la noche del miércoles. Tendrá el tiempo justo para participar, al día siguiente, en la cumbre de presidentes del Mercosur, pero su agenda no le permitirá, salvo improbables cambios de última hora, llegar a San José 1111 para visitar en su prisión domiciliaria a la expresidenta Cristina Kirchner, tal como auguraban entusiastas miembros de su partido, el PT. Partirá, ni bien culmine el encuentro de mandatarios, de nuevo a su país.
La última cumbre del Mercosur, en diciembre del año pasado en Montevideo. Esta semana se realizará en Buenos Aires.Con la casi certeza de que ese encuentro potencialmente problemático no se producirá, el gobierno de Javier Milei espera una cumbre de presidentes "fría" pero "productiva", con avances sobre todo en lo que más le interesa: la ampliación de la lista de excepciones a los aranceles, vitales para que Argentina pueda lograr su ansiado acuerdo comercial global con EEUU, su principal aliado geopolítico.
A pesar del optimismo oficial, que augura una cumbre sin los chispazos de antaño entre dos presidentes sin feeling personal, Brasil llegará a la reunión con una batería de propuestas que difieren de modo terminante con la cosmovisión y la estrategia internacional libertaria. Medidas como la creación de un "Mercosur verde" o un mayor énfasis en la política de derechos humanos, que Brasil intentará aplicar durante la presidencia del bloque regional, que "Lula" recibirá de Milei el jueves a mediodía.
En principio, el encuentro del Mercosur servirá para volver a reunir a los presidentes de la región, luego de seis meses de distancia política, aunque sin disidencias fuertes y con silenciosos avances en la política arancelaria, el mayor objetivo que tuvo el país mientras sostenía la presidencia pro témpore del bloque regional.
Se espera también la delegación del recientemente incorporado Bolivia, aunque los graves conflictos que atraviesa el gobierno de Luis Arce podrían determinar el faltazo del presidente boliviano.
La reunión de presidentes en el Palacio San Martín estará precedida, el miércoles, por las reuniones del Grupo Mercado Común (ministros de Economía y Finanzas) y del Consejo Mercado Común (de cancilleres, que presidirá el canciller argentino Gerardo Werthein). Reuniones que darán una idea de la temperatura de los acercamientos y la magnitud de las distancias entre los cuatro miembros originales del mercado común, todos a la espera de una respuesta de la UE para concretar el definitivo acuerdo entre los bloques.
Desde el gobierno minimizan las disidencias que puedan existir y aseguran que no se notarán en las reuniones multilaterales. "Se han administrado las diferencias de manera inteligente", comentan voces de la Cancillería, satisfechos por la inexistencia de roces abiertos, como los que sostenían, por ejemplo, el entonces presidente uruguayo Luis Lacalle Pou y el argentino Alberto Fernández, en el pasado gobierno del Frente de Todos.
Fuente: diarionorte.com