La decisión fue tomada por los jueces Carlos Mahiques y Mariano Borinsky, integrantes de la Sala III, quienes consideraron inadmisible la queja presentada por la defensa de Pablo José Gutiérrez, acusado de cohecho activo. El empresario había solicitado interrogar como testigos a dos coimputados clave: el financista Ernesto Clarens y Carlos Wagner, expresidente de la Cámara Argentina de la Construcción, quienes ya declararon como imputados-colaboradores.
El TOCF 7 había rechazado ese pedido en diciembre de 2024, argumentando que era "impertinente" y que violaba la garantía constitucional contra la autoincriminación. La defensa recurrió en casación, pero también fue desestimada, y la queja directa ahora fue igualmente rechazada.
Según el fallo, decisiones sobre admisibilidad de pruebas no son apelables por casación salvo que impliquen un perjuicio irreparable o una cuestión federal de entidad suficiente, lo que no se verificó en este caso.
La causa "Cuadernos", iniciada por las anotaciones de Oscar Centeno —ex chofer del exfuncionario Roberto Baratta—, expone un entramado de presuntos sobornos entre empresarios y funcionarios entre 2005 y 2015. Las libretas de Centeno, entregadas al periodista Diego Cabot, originaron una megacausa judicial a cargo del fallecido juez Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli.
En 2024 la Cámara de Casación ya había excluido de la causa a varios empresarios que habían admitido sobornos, al considerar que se trataba de "aportes electorales", lo que habría sido un delito ya prescripto. La decisión, que debilitó la acusación por corrupción, favoreció a figuras como Ángelo Calcaterra (primo de Mauricio Macri), Armando Loson y empresarios ligados a Techint, Panedile y otras firmas beneficiadas con obras públicas.
Mientras la causa se vacía, la única figura política central que sigue imputada es Cristina Kirchner, en tanto se preserva la impunidad empresarial y la influencia del poder económico sobre el sistema judicial. El juicio oral abarcará a más de 100 imputados, incluyendo a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, el exministro Julio De Vido, José López, y varios empresarios.
El TOCF 7 dispuso que el juicio se realice por Zoom todos los jueves, dado el volumen del proceso. Están citados más de 600 testigos, entre ellos Hilda Horovitz (exesposa de Centeno), Miriam Quiroga (exsecretaria de Néstor Kirchner) y Jorge Bacigalupo (expolicía que entregó los cuadernos al periodismo). También se pidieron otras 700 declaraciones en reserva, incluyendo figuras políticas como los senadores Oscar Parrilli y Wado de Pedro, el diputado Máximo Kirchner y el intendente Julián Álvarez.
Además, el tribunal ordenó pericias sobre los cuadernos, cuya autenticidad fue cuestionada por algunas defensas. Se solicitó también documentación a organismos oficiales, balances de empresas investigadas y antecedentes de causas vinculadas, como "Hotesur–Los Sauces" y las actuaciones contra Lázaro Báez y José López.
Entre los empresarios acusados también figuran Ángelo Calcaterra (primo de Mauricio Macri), Enrique Pescarmona, Aldo Roggio, Cristóbal López, Claudio Uberti y Néstor Otero. Con el rechazo de este último planteo, se fortalece el camino hacia uno de los juicios más relevantes de las últimas décadas en la historia judicial argentina.
Fuente: diarionorte.com
