Caramelos Lipo y galletitas Tía Maruca no pueden pagar sueldos.

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Caramelos Lipo y galletitas Tía Maruca no pueden pagar sueldos.
Caramelos Lipo y galletitas Tía Maruca no pueden pagar sueldos.

25 de Mayo, 2025-La crisis industrial no perdona ni a las cosas ricas-Estas dos reconocidas marcas del mercado argentino atraviesan graves dificultades financieras y no están pagando sueldos completos a sus trabajadores.

Ambas empresas han sido muy afectadas por la fuerte caída de las ventas y el aumento de costos, otro ejemplo de la profunda crisis que padece la industria alimentaria. Lipo, empresa familiar con planta en Lanús, enfrenta un conflicto laboral luego de abonar solo el 50% de los salarios a sus 100 empleados. Esto generó un paro indefinido liderado por el Sindicato de la Alimentación (STIA). La interna familiar y desacuerdos con un grupo inversor complican aún más la situación.

   Por otro lado, Dilexis, dueña de la marca Tía Maruca, también enfrenta retrasos en los pagos a sus 300 empleados en San Juan. Su CEO, Pablo Tamburo, reconoció que la crisis afecta a todas las pymes del sector, aunque insistió en que la empresa sigue operativa y no planea cerrar: "Nos tienen que sacar muertos de ahí", afirmó.


Crisis generalizada en las lácteas

   Dentro del sector alimenticio, las empresas lácteas son uno de los casos más críticos. SanCor continúa en concurso de acreedores sin solución clara, mientras La Lácteo y ARSA enfrentan serios problemas económicos. Verónica, otra firma importante, dejó de producir por protestas sindicales tras cubrir apenas el 30% de los sueldos de sus 700 empleados y acumular dos años sin pagar aportes sociales y previsionales.

   En medio de esta tormenta, compañías como Nestlé o La Serenísima también sufren ajustes. La recesión, el colapso del consumo interno y la competencia desleal de productos importados ponen en riesgo no solo empleos, sino también marcas históricas del sector.

   La industria alimentaria argentina, clave para la economía real del país, vive horas decisivas. Mientras algunas empresas intentan resistir con ajustes y apuestas locales, otras ven truncada su capacidad productiva por una crisis que no perdona ni a los productos más dulces.

 Fuente: diarionorte.com

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