"Tenía los ojos abiertos, pero no contestó... le di una caricia"

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"Tenía los ojos abiertos, pero no contestó... le di una caricia"
"Tenía los ojos abiertos, pero no contestó... le di una caricia"

24 de Abril, 2025-El adiós a Francisco-Así describió el cirujano Sergio Alfieri los últimos minutos de vida de Francisco. Dijo que Bergoglio sabía que llegaba su fin.

"Entré a la habitación y el Papa tenía los ojos abiertos. Intenté llamarlo, pero no contestó. Le di una caricia".

El papa Francisco en su última aparición pública, el domingo de Pascua, en el balcón de la basílica de San Pedro, para encabezar una emotiva bendición.

Son palabras del cirujano romano, Sergio Alfieri, que contó que cuando llegó a Santa Marta en la mañana del lunes pasado -cuando murió Francisco-, vivió momentos dramáticos. El Papa ya había caído en coma, ya no había nada que hacer, detalló y también aseguró que, en su opinión, Jorge Bergoglio sabía que estaba llegando su fin.

Alfieri -que conoció bien a Francisco porque lo operó dos veces de colon (en 2021 y 2023) y lo acompañó en los últimos y difíciles meses de vida-, contó que en la madrugada del lunes el enfermero personal del Papa, Massimiliano Strappetti, pensó que había que volver a llevarlo al hospital Gemelli. Pero que ya no había nada que hacer. "El lunes a eso de las 5.30 me llamó Strappetti: "El Santo Padre está muy mal, tenemos que volver al Gemelli". Puse a todos en alerta y veinte minutos después estaba en Santa Marta. Sin embargo, me parecía difícil pensar que fuera necesaria una internación", dijo.

"Entré en la habitación y él tenía los ojos abiertos. Constaté que no tenía problemas respiratorios y entonces intenté llamarlo pero no contestó. No respondía a los estímulos, ni siquiera a los dolorosos. En ese momento entendí que no había nada que hacer. Estaba en coma", añadió.

Alfieri confirmó, además que, como sucede con cualquier persona, el Papa prefería morir en su casa.

"Corríamos el riesgo de hacerlo morir en el traslado al Gemelli y expliqué que una internación habría sido inúti", confirmó.

Tras su muerte, Alfieri se quedó en la habitación de la suite 201 de Santa Marta junto con Massimiliano Strappetti, el otro enfermero personal, Andrea Rinaldi, los secretarios y otros asistentes. "Después llegaron todos y el cardenal Pietro Parolin nos pidió que rezáramos y recitamos con él un rosario. Me sentí un privilegiado y ahora puedo decir que lo fui. Esa mañana le di una caricia como último saludo", repasó, sin ocultar su emoción.

De izquierda a derecha el médico jefe de la Oficina vaticana de Salud e Higiene, Luigi Carbone, y el cirujano Sergio Alfieri.

Alfieri, que durante los 38 días de internación de Francisco por una neumonía bilateral que marcó el principio de su fin, se convirtió en un virtual único vocero médico de su estado -dio una conferencia al principio de la hospitalización y otra al final, para anunciar un alta protegida- y que tejió con él una relación más que especial desde que lo conoció en 2018 por sus problemas de intestino, vio por última vez al Papa vivo el sábado pasado.

Fue después del almuerzo, en vísperas del domingo de Pascuas. "Puedo decir que estaba muy bien, también me lo dijo él. Le llevé una pastafrola oscura como le gusta a él y charlamos un poco y él me dijo: "Estoy muy bien, retomé mi trabajo y me cae bien"", contó.

"Sabía que al día siguiente iba a impartir la bendición "urbi et orbi" (a la ciudad y al mundo, en latín) y nos dimos cita para el lunes", agregó. Pero el lunes fue cuando el Papa murió a las 7.35 después de un derrame cerebral que le provocó un coma y un colapso cardiocirculatorio irreversible, según certificó esa misma noche el Vaticano.

"Estaba contento de haber ido a la cárcel de Regina Coeli el jueves santo. Se daba cuenta, sin embargo, que a su físico ya le costaba seguir a la cabeza. Lamentaba no haber podido lavarle los pies a los detenidos. "Esta vez no pude", es lo último que me dijo", precisó.

Fuente: diarionorte.com

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