El pedido de nuestros hijos pequeños al que nunca deberíamos decir que no.

- VIDA-TENDENCIA

El pedido de nuestros hijos pequeños al que nunca deberíamos decir que no.
El pedido de nuestros hijos pequeños al que nunca deberíamos decir que no.

27 de Marzo, 2025-Define una actitud que influirá mucho en su desarrollo afectivo.Un especialista español puso en foco una situación que se vive en todos los hogares con niños y niñas. Hay en juego más de lo que uno cree.

La crianza de un hijo no es siempre fácil porque implica a sus progenitores estar las 24 horas del día pendiente y preparado para afrontar nuevos hitos en el crecimiento de los hijos. Se trata de un desafío en el que además de ayudarlos a ser autónomos los padres tienen que acabar enseñando, entre otros aspectos, a gestionar frustraciones y otras emociones y también saber poner límites y disciplina.

Una situación muy común en la vida familiar en la que solemos tomar la decisión equivocada. Los chicos nos piden algo a lo que no deberíamos responder con un "no".

Por todo ello siempre suele ir bien escuchar recomendaciones y consejos de otros padres que ya tengan experiencia así como de expertos en pediatría, psicología o pedagogía que puedan indicar las mejores pautas para ayudar de la mejor manera a los más pequeños. Uno de los perfiles en redes que más contenido en este campo genera ese el del especialista español en psicología Alejandro Cacharrón.

En su cuenta @elcerebroenmodomanual, este profesional ha pasado por varios episodios trascendentales en su vida y gracias a su experiencia suele dar "tips" para mejorar aspectos cognitivos y prácticos. Y hace unas semanas buscó explicar el "error de vida" que cree que cometen muchos padres y que, asegura, va "a atormentar el día de mañana" a quienes lo cometieron.

UN PEDIDO, UNA RESPUESTA

"¿Sabías que la mayoría de padres y madres la cagan con sus hijos con este error?", empieza Cacharrón, en lenguaje muy directo, a plantear de qué está hablando.

El expone una situación que se vive en muchos hogares cada tarde o noche. "Si vienes del trabajo, hace un montón de horas que no ves a tu hijo o hija y te está diciendo ‘papá o mamá, ven a jugar conmigo’, ¿qué haces?", lanza la pregunta, a sabiendas de que es una situación muy común en las familias con niños pequeños.

"La mayoría de padres y madres, cuando se ven asaltados por esa situación, lo que hacen es pedirle al niño que se espere un ratito, que luego juegan y luego posiblemente no juegan porque se van a olvidar o irán a dormir", indica, dando una hipótesis que es la que se da seguramente en una gran parte de esos casos. Él señala que esa excusa de los padres, para el niño, representa que esas personas que tanto ama "están rechazando ese momento".

UN GRAN ERROR

"Aquí viene el gran error, el gran problema, la gran falla épica", avisa el experto, que detalla que el hecho de que para el niño, ir a pedirle a su padre o su madre que vaya a jugar con él "es un momento importantísimo de la realidad de ese niño en ese instante".

Cacharrón puntualiza que sabe que muchos padres responden con una negativa argumentando que el cansancio los supera y que además no está bien hacerles creer a los chicos que hay que acceder a todo lo que pidan, ya que sería "malcriarlos". Pero deja en claro que verlo de esa manera es un error grande: "Los niños no tienen un plan secreto, simplemente reaccionan coherentemente a una situación y te están pidiendo que hagas algo".

El profesional agrega que, por otro lado, no hace falta que ante ese pedido de un hijo, su padre o madre respondan jugando dos horas o más tiempo con él, sino que bastaría con mostrarle que su invitación no es rechazada sino que nos gusta poder compartir algo con él.

"Solamente con que le prestes atención coherente durante 30 segundos, un minuto, dos minutos, cinco minutos, diez minutos...no pasa nada, no se va a acabar el mundo", dice Cacharrón, según cita el diario español La Vanguardia, al comentar la exposición del especialista.

Cacharrón suma otra razón para no negarnos a acceder al pedido de nuestros hijos de jugar con ellos. "¿Qué mejor manera de descansar del trabajo que desconectarte de tus problemas y sentarte en la habitación de tu hijo a jugar con él?, pregunta.

El planteo se relaciona con otra circunstancia que solemos no tener en cuenta: la etapa en la que nuestros hijos nos piden jugar con ellos es muy breve. La infancia, lo sabemos, pasa rápidamente, y es una oportunidad fugaz de llenar sus mentes y sus corazones de recuerdos hermosos que los hagan sonreír en la adultez.

Fuente: diarionorte.com

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