En el último año, la indigencia ha experimentado un alarmante aumento del 131%, mientras que la pobreza se incrementó en un 43%. Estos datos, extraídos de un estudio realizado por el Centro para la Recuperación Argentina de la Universidad de Buenos Aires, dan muestra de situación económica crítica que afecta profundamente a los sectores más vulnerables de la población.
   El Centro para la Recuperación Argentina señala en su informe, titulado Los más pobres de los pobres, que en el primer semestre de 2024, tanto la pobreza como la indigencia alcanzaron niveles preocupantes, con una subida drástica respecto al mismo periodo de 2023. Esta situación es respaldada por datos trimestrales y semestrales de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
   De acuerdo con el informe, un 11,4% de la población que se encontraba en situación de pobreza cayó a la indigencia en el último año. Esto significa que cada vez más personas no logran cubrir sus necesidades básicas de alimentación, lo que indica un agravamiento de la crisis socioeconómica en el país.
   En esta línea, el estudio detalla un dato preocupante: el incremento de la indigencia supera ampliamente el de la pobreza, lo que demuestra que una porción significativa de la población, ya no puede satisfacer sus necesidades básicas de supervivencia. De esta manera, la pobreza ha aumentado un 43,3%, mientras que la indigencia experimentó un crecimiento impactante del 131%. Esto demuestra la existencia de un deterioro en las condiciones de vida de los sectores más desprotegidos.
   El último informe de Indec, publicado el 26 de septiembre, ofrece un claro detalle de la pobreza en Argentina. Durante el primer semestre del Gobierno de Javier Milei, la pobreza alcanzó un 52,9%, afectando a casi 25 millones de argentinos. De esta cifra, aproximadamente 5,4 millones de personas, o un 18,1%, se encuentran en situación de indigencia.
   Vale mencionar que las causas detrás de esta alarmante situación son diversas. El desempleo, el aumento de la inflación y la pérdida del poder adquisitivo, han golpeado duramente la economía de los argentinos. Por otra parte, la constante devaluación de la moneda y el aumento de los precios en productos básicos y servicios han hecho que millones de personas se encuentren en una situación de vulnerabilidad extrema.
   El aumento de la pobreza y la indigencia en Argentina refleja un contexto de inestabilidad económica que afecta de manera desproporcionada a los sectores más desfavorecidos. La falta de políticas eficaces por parte del Gobierno para contener la inflación y fomentar el empleo, así como una red de contención social, contribuyeron a agravar esta situación.
  De esta forma, a medida que más personas caen en la indigencia, se reduce el acceso a servicios básicos como la salud y la educación. Esta situación genera desigualdad y amenaza la calidad de vida de toda la población, en especial, la de los sectores más vulnerables.
Fuente:  diarionorte.com