Un dato que no solo rompe estadísticas, sino que confirma una tradición futbolera profundamente arraigada en la identidad santafesina, capaz de producir no solo grandes futbolistas, sino también entrenadores de élite con proyección internacional.
Durante décadas, Santa Fe fue reconocida como una cantera inagotable de jugadores. Hoy, ese reconocimiento se amplía a los bancos de suplentes. La provincia se consolidó como una verdadera usina de directores técnicos, formados en una cultura futbolística intensa, diversa y atravesada por el debate permanente de ideas, estilos y métodos de conducción.
Los cinco entrenadores santafesinos que estarán presentes en el Mundial 2026 representan esa pluralidad. Lionel Scaloni, nacido en Pujato, buscará defender con la Selección Argentina el título conseguido en Qatar 2022. Marcelo Bielsa, rosarino, conducirá a Uruguay con su inconfundible sello táctico. Sebastián Beccacece, también de Rosario, debutará en una Copa del Mundo al frente de Ecuador. Gustavo Alfaro, oriundo de Rafaela, asumirá el desafío de Paraguay, mientras que Mauricio Pochettino, nacido en Murphy, dirigirá a Estados Unidos, uno de los países anfitriones.
La única excepción dentro del grupo de entrenadores argentinos será Néstor Lorenzo, actual seleccionador de Colombia, nacido en la provincia de Buenos Aires. Su presencia completa el sexteto albiceleste en los bancos mundialistas, pero también resalta aún más el fenómeno santafesino: cinco de seis, una proporción inédita en la historia del torneo.
El calendario incluso promete cruces con acento provincial. En la fase de grupos, Estados Unidos y Paraguay se enfrentarán, lo que pondrá cara a cara a Pochettino y Alfaro. Más adelante, según cómo se den los resultados, no se descartan otros duelos entre técnicos formados en la misma tierra, como un posible cruce entre Scaloni y Bielsa en instancias eliminatorias.
Este presente tiene raíces profundas. Santa Fe ya había dejado una marca imborrable en la historia de los Mundiales con César Luis Menotti, campeón del mundo con la Argentina en 1978. Aquel logro inauguró un linaje que, con distintas corrientes y estilos, llega hasta la actualidad. De Menotti a Scaloni, la provincia volvió a tocar la cima del fútbol mundial, y en el medio aportó entrenadores que influyeron a generaciones enteras, con Bielsa como uno de los pensadores más influyentes del fútbol moderno.
El Mundial 2026 no solo será una competencia entre selecciones, sino también una vidriera del peso cultural y formativo del fútbol argentino. Y dentro de ese mapa, Santa Fe ocupará un lugar central. Con cinco entrenadores nacidos en su suelo, la provincia reafirma una tradición que combina pasión, estudio y convicción, y que hoy la convierte, sin exagerar, en una de las capitales mundiales de la dirección técnica.
Fuente: diarionorte.com
