El jugador de Barranqueras, Ángel "Tito" Deldó, sigue dando que hablar como integrante del plantel de Los Murciélagos, equipo símbolo de fútbol para ciegos que representa al país de la mejor forma en el plano internacional.
La emoción reflejada en Ángel Deldó, un símbolo del seleccionado argentino de fútbol para ciegos.En este 2025 consiguió este domingo el título internacional al adjudicarse la Copa Élite del certamen disputado en Japón, donde dio cuenta del anfitrión por 2-0 para alzar una nueva copa y sumarla a la vitrina cargada de trofeos. Las definiciones fueron obra de Froilán Padilla y Ezequiel Fernándes.
Argentina es tres veces campeón mundial de fútbol para ciegos (2002, 2006 y 2023), cuatro veces se consagró en la Copa América (1999, 2005, 2017 y 2022) y conquistó el Grand Prix IBSA en tres oportunidades (2018, 2019 y 2021). Pero hay un logro que le falta al seleccionado: la medalla dorada paralímpica. Los Murciélagos tienen en su haber cinco medallas, tres plateadas (Atenas 2004 , Tokio 2020 y París 2024) y dos de bronce (Beijing 2008 y Río 2016).
En los últimos tiempos, producto del avance de los años y de algunas serias lesiones, se mencionó que el chaqueño Deldó estaría pensando seriamente en su retiro. Sin embargo, en una de las entrevistas con NORTE aseguró que mientras el cuerpo le dé respuestas continuará vistiendo la celeste y blanca a la que dignamente representa.
La mejor prueba es que este año, en silencio, afrontó las concentraciones, trabajó intensamente, se puso a punto, y en el domingo patrio del 25 de Mayo consiguió un nuevo título.
EL EQUIPOPara afrontar la final de ayer contra Japón, el equipo albiceleste ingresó en el campo de juego alineado de la siguiente manera: Germán Muleck en el arco, Froilán Padilla, Ángel Deldó, Junior Fernándes y Maximiliano Espinillo. Luego ingresaron Mario Ríos y Daniel Iturria.
Argentina concluyó el certamen con cuatro victorias (venció a Tailanda, Japón y dos veces a Colombia) y una derrota (Japón en la fase inicial) para alzar el trofeo.
LA PÉRDIDA DE LA VISIÓNÁngel Deldó desde pequeño tenía disminución visual, pero a los cuatro años la perdió totalmente, y fue un gran impacto. "A pesar de lo que significa no ver, porque perdés la autonomía y dependés de otras personas para lo cotidiano, no me resultó complicado. Y en esto tuvieron mucho que ver, primero, mis padres y hermanos, y en la actualidad mi señora e hijos. Acudí a una escuela de ciegos, me di cuenta de que debía estar fuerte de cabeza, el respaldo de la familia es clave, hasta que empecé a jugar en Achadec invitado por amigos, donde pude dar rienda suelta a mi gran pasión, que es el fútbol. Con las mismas ganas con las que jugaba con los chicos del barrio", remarca sobre lo que le tocó afrontar en su vida.
Fuente: diarionorte.com