Noticiero 7 llegó hasta la ciudad de Añatuya, ubicada a más de 200 kilómetros de la Capital santiagueña, para recoger el testimonio de una comunidad conmovida y esperanzada ante el proceso de beatificación de Monseñor Jorge Gottau, una figura profundamente querida por su incansable labor pastoral y social en el norte de la provincia.
Fundador de la Diócesis de Añatuya, Monseñor Gottau extendió su misión más allá de los límites eclesiásticos, abarcando desde el Río Salado hacia el este con una obra centrada en el servicio a los más vulnerables. Durante décadas, impulsó la creación de instituciones educativas, de salud y sociales, que siguen en pie como legado de su compromiso con los pobres, especialmente los niños.
Américo “Yero” Coria, ex chofer del obispo, compartió su emoción con Noticiero 7: “Nosotros éramos uno más de la familia, más allá de ser empleados. La preocupación de él eran los pobres, pero sobre todo los niños”, dijo conmovido.
También habló Inmaculada Llorrens, quien fue su secretaria durante muchos años: “Acompañaba en cualquier momento, lo extrañamos mucho. Cualquier cosa que te pasaba se preocupaba, siempre nos cuidaba mucho. Para él todos éramos iguales, todos hijos de Dios”, recordó con ternura.
Por su parte, el sacerdote Guillermo Burdet expresó que la comunidad ya lo considera un santo: “Monseñor Gottau tenía una vida normal y, al mismo tiempo, un corazón muy grande. Atendía las necesidades de todos. Estamos esperando la palabra de Roma, pero para mucha gente ya es un santito. Igual, es lindo tener el aval oficial de la Iglesia”.
La causa de beatificación de Monseñor Gottau avanza en el Vaticano, mientras Añatuya lo recuerda con flores, oraciones y el testimonio vivo de quienes fueron marcados por su entrega y su fe inquebrantable. Su figura permanece como símbolo de amor, justicia y compromiso.
22-05-25 Fuente: diariopanorama.com
