Congreso del PJ: tensiones internas, ausencia de Cristina y el intento de reordenar el rumbo.

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Congreso del PJ: tensiones internas, ausencia de Cristina y el intento de reordenar el rumbo.
Congreso del PJ: tensiones internas, ausencia de Cristina y el intento de reordenar el rumbo.

El encuentro será el 20 de mayo en Ferro y estará encabezado por Gildo Insfrán. La expresidenta no participará, pero acordó la agenda. En el fondo, crecen las tensiones con Axel Kicillof y el fantasma de una ruptura.

En medio de un clima de tensión interna y disputas por el liderazgo, el Partido Justicialista (PJ) convocó oficialmente a su Congreso Nacional para el próximo martes 20 de mayo, en el microestadio del club Ferrocarril Oeste, en la Ciudad de Buenos Aires. La cumbre estará encabezada por el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, quien preside el congreso partidario, y se desarrollará tras una serie de acuerdos alcanzados con Cristina Fernández de Kirchner, aunque la expresidenta no participará del encuentro.

La convocatoria, inicialmente prevista para el 25 de abril, fue reprogramada a raíz del fallecimiento del papa Francisco. A pesar del tono institucional de la reunión, el encuentro se da en un contexto de fuerte reconfiguración interna del peronismo, atravesado por el declive del liderazgo de Cristina Kirchner, la resistencia de varios gobernadores y la avanzada de sectores que buscan abrir un nuevo ciclo político con la mirada puesta en 2027.

Aunque Cristina no estará presente físicamente, su influencia sigue siendo decisiva en la definición de la agenda del Congreso. Según trascendió, fue ella quien acordó con Insfrán los principales puntos del temario: el tratamiento de la Comisión de Poderes, la aprobación de los estados contables del ejercicio 2024, la intervención de los PJ de Jujuy, Salta y Misiones, y el informe sobre el proceso de normalización partidaria en Corrientes.

Su gesto de no participar apunta a descomprimir tensiones y a ceder espacio, aunque sin soltar del todo las riendas. En su mensaje por el Día del Trabajador, convocó a la unidad del movimiento, aceptó el desdoblamiento electoral propuesto por el gobierno bonaerense —aunque dejó en claro sus diferencias— y ordenó a sus legisladores provinciales apoyar la suspensión de las PASO.

Uno de los ejes de mayor conflicto es el vínculo entre el kirchnerismo y Axel Kicillof. El gobernador bonaerense no ocupa cargos orgánicos en la estructura del PJ, y su entorno considera que eso le permite construir un proyecto político propio con proyección nacional, al margen de los liderazgos tradicionales. Su agrupación, Movimiento Derecho al Futuro, ya se mueve como un espacio autónomo, y sus referentes admiten que si no hay acuerdo interno, no descartan competir por fuera del PJ en 2025.

El temor de un quiebre formal en la estructura partidaria crece, y en ese contexto La Cámpora redobla sus cuestionamientos a la figura del gobernador. “No hay negociación posible”, deslizan desde el kicillofismo, y ya buscan sellos habilitados para presentar listas propias si fuera necesario.

En el PJ preocupa también la falta de confirmación de varios mandatarios provinciales para el Congreso. Entre las ausencias probables figuran los gobernadores Axel Kicillof (Buenos Aires), Sergio Ziliotto (La Pampa), Ricardo Quintela (La Rioja), Raúl Jalil (Catamarca) y Osvaldo Jaldo (Tucumán). La escasa participación de los gobernadores deja en evidencia la fragmentación del espacio y las diferencias estratégicas de cara al futuro.

Sin embargo, se espera un consenso generalizado en las críticas al gobierno de Javier Milei, en especial por el impacto económico del ajuste y la caída de la actividad. El Congreso será también una instancia para reordenar la oposición y discutir el armado electoral con vistas a las legislativas de octubre.

La incógnita sobre el futuro inmediato del PJ está planteada. Mientras Cristina intenta retener centralidad sin ocupar cargos, Axel Kicillof construye poder territorial y busca autonomía. Los gobernadores evalúan sus próximos pasos con prudencia y cada vez más actores impulsan una renovación profunda, que reemplace el liderazgo personalista por una conducción colectiva.

El Congreso del 20 de mayo será una foto clave de ese proceso. Si hay señales de apertura, podría marcar el inicio de un nuevo ciclo peronista. Pero si se profundizan las tensiones, el riesgo de una fractura será cada vez más difícil de contener.

15-05-25 Fuente: diariopanorama.com

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