La tos y los niños: por qué cada vez perdura más tras haber padecido un cuadro respiratorio.

- SANTIAGO

La tos y los niños: por qué cada vez perdura más tras haber padecido un cuadro respiratorio.
La tos y los niños: por qué cada vez perdura más tras haber padecido un cuadro respiratorio.

22/06/202406:00 Santiago-Evitar que los niños asistan a lugares concurridos mientras dure el catarro será fundamental para prevenir los contagios. ¿Cómo lograr que la tos calme? ¿A qué se debe su largo proceso de desaparición?

Cada vez que los niños presentan un cuadro respiratorio, leve o severo, por lo general, la tos suele ser uno de los principales síntomas. Fiebre, mocos y decaimiento son otras manifestaciones durante la enfermedad, aunque el catarro es el último en desaparecer. Esta situación, además de malestar en los niños, genera una gran preocupación entre los padres, ya que por lo general suelen desconocer el motivo por el que la tos tarda tanto en llegar a su fin.

Incluso los remedios, el vapor de agua, y las incontables estrategias que se utilizan para frenarlo, parecen ser en vano.

El Dr. Ángel Muratore, médico pediatra y docente de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de  Santiago del Estero, se refirió al tema y explicó por qué este síntoma es tan duradero en los niños.

"Comenzó el invierno, y con la nueva estación, las patologías respiratorias incrementaron su incidencia, sobre todo en niños pequeños y en pacientes con antecedentes de alergias del tracto Bronco pulmonar. En la mayoría de los casos, sobre todo en niños escolarizados, la congestión, fiebre, dolor de garganta, falta de apetito, la tos e incluso la agitación, son los síntomas más frecuentemente encontrados al realizar el examen físico de los niños", explicó el especialista sobre la realidad que se vive por estos días.

Y agregó: "Como suele ocurrir, la mayor parte de los casos tiene un origen viral, son altamente contagiosos de persona a persona a través de las secreciones respiratorias, y se ve favorecido por las bajas temperaturas, los lugares cerrados, poco ventilados y el hacinamiento. Todo esto es muy común en otoño e invierno. El reposo, aislamiento y un buen aporte de líquidos suele favorecen la buena recuperación completa, sin complicaciones".

En algunos casos, el origen de la infección respiratoria es bacteriana, donde el compromiso del estado general del paciente es mayor. En este caso el riesgo de complicaciones aumenta (neumonías, insuficiencia respiratoria) y es necesario instaurar un tratamiento específico. El médico será el encargado de realizar el diagnóstico diferencial e indicar el tratamiento correspondiente. Es preciso no demorar la consulta, no automedicar a los niños y respetar el reposo indicado por el profesional.

Sobre la presencia de la tos, Muratore explicó: "En relación a la tos, uno de los síntomas más frecuentes, molestos y persistentes, debemos mencionar que se notó resistencia a los tratamientos habituales, notándose la preocupación de los papás que, pese a realizar los tratamientos indicados en forma correcta, vuelven a la consulta por la tos de sus hijos, la cual no se terminó de ir o volvió a los pocos días".

Asimismo el pediatra consideró que "muchos de estos casos se deben a los cambios bruscos de temperatura que vivimos estas últimas semanas, pasando de temperaturas bajo cero a los actuales días primaverales. Todo esto dificulta la vestimenta de los niños, quienes concurren a la mañana temprano a las escuelas abrigados y retornan a sus hogares transpirados luego de las corridas de recreo y el "calorcito" del mediodía".

Si siguen con tos ¿pueden  ir con tos a la escuela?

Otro motivo importante para la persistencia de los síntomas es el cumplimiento de los tratamientos por parte de los padres.

"Se deben respetar las dosis, los intervalos y los días de medicación. La automedicación es otro flagelo que complica la evolución de las enfermedades", advirtió el Dr. Muratore.

Y finalizó: "Por último, debemos respetar los días de reposo indicados por el profesional médico, evitando enviar a los niños a los colegios y a las actividades deportivas. El reposo es parte del tratamiento y evita el contagio de las enfermedades. Hay que esperar que la tos desaparezca para mandarlos a sus actividades tranquilamente puede ser otro cuadro o un germen diferente para el que recibió el tratamiento".

Fuente: El Liberal

Este artículo está optimizado para dispositivos móviles.
Leer Versión Completa