Según la investigación de la fiscal Andrea Darwich, las vejaciones se iniciaron en julio último.
Con la madre de la menor como cómplice, el individuo empezó los ultrajes con manoseos a su hijastra, pero después la obligaba a mantener relaciones sexuales. Siempre sobre la base de los datos que obran en la causa, en una oportunidad el sujeto regresó de jugar al fútbol. Ingresó a la habitación de la menor, le tapó la boca y la abusó.
Así, ello fue reiterándose siempre de noche . En una ocasión el acusado le ofreció dinero.
La mujer y su rol clave En cuando a la mujer, la Fiscalía la acusa de “abuso sexual con acceso carnal y corrupción de menores” en perjuicio de su hija, en grado de “partícipe primario”, ya que convivía junto con la niña y ella tuvo activa participación en las vejaciones. Al parecer, era ella quien la obligaba a mantener relaciones sexuales con su pareja, amenazándola que la iba a castigar a golpes.
Según la investigación, la mujer la tomaba por la fuerza, la conducía a la habitación y la obligaba quedar a solas para ser abusada. “Así vas a gritar cuando tengas novio”, le habría dejado en claro en una ocasión. En tal sentido, la magistrada ayer resolvió el futuro inmediato de los dos perversos.
Refrendó sendas prisiones preventivas de los dos por “abuso sexual con acceso carnal y corrupción de menores agravado en concurso real de delitos”. Ahora, la Fiscalía bregará por más pruebas y testimoniales, en procura de avanzar en la causa, cuya víctima hoy recibe contención psicológica y de su grupo familiar.
Fuente y foto: EL LIBERAL
